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Por qué "La Comunidad del Anillo" no es una gran película |
por A. Oliva |
(1/5) |
Habrá quien hable del efecto Snob que suelen tener los críticos, que rechazan automáticamente todo lo que se convierte en un éxito de público. Sin embargo, si echamos un vistazo a la historia reciente veremos que eso no es cierto. El año pasado, la gran triunfadora fue Gladiator, otra superproducción que arrasó en taquilla. Las superproducciones hacen industria, y los premios recompensan a quienes hacen esfuerzos tan considerables. Sin embargo, La Comunidad del anillo NO es una gran película. Sus opciones están limitadas a vestuario, maquillaje y quizá efectos especiales. La interpretación de los actores es bastante correcta; mención especial para el esfuerzo que han tenido que realizar en las coreografías de combate, sobre todo cuando llevan varios kilos de maquillaje encima, o cuando se está actuando "al vacío" (cuando realmente no hay otro personaje para dar la réplica). Pero en los registros medios hacen aguas. También es cierto que pese a la extremada duración de la cinta, los numerosísimos personajes apenas tienen tiempo de pantalla en el que demostrar su valía, quedando muchas veces estereotipados La fotografía ha tendido a la espectacularidad gratuita. Vistas cenitales innecesarias; cámaras subjetivas en los proyectiles que crean confusión, travellings anormalmente largos y erráticos en Isengard y Barad-Dur.
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